martes, 25 de febrero de 2014

Recuperar la Magia


Si busco en mis recuerdos, debo confesar que fui una niña algo así como mágica.. Bailaba por toda la casa constantemente, imaginaba y veía escenarios en donde soñaba despierta que estaba, miraba prolongadamente a las estrellas, subía el volumen de la música, descalzaba mis pies y tocaba mi pecho sólo para sentir el pum pum en el piso y las ventanas al ritmo de mi corazón, dibujaba imágenes en el aire con mis manos, a las que terminaba sonriendo. Sentía, percibía y empatizaba profundamente....pero a veces la empatía duele y entonces quise borrar todo.

Así me fui volviendo muy terrenal, fui perdiendo esa sensibilidad, esa manera mágica de soñar y ver el mundo...a veces humanizarte tanto te desensibiliza, aunque parezca irónico y contradictorio, a veces el crecer viene de la mano con apagar la chispa y la madurez te hace caminar con los pies clavados en el suelo cuando lo que en realidad necesitas es flotar un poco.

No sabía que la empatía  era mi parte humana, y eso no se podía borrar así que por más que evitara los conflictos, el dolor de otros, el sentirme culpable, sólo  me hacia sentir compleja, mimada, egoísta y más culpable y fue cuando empece a cuestionarme si valió la pena perder u ocultar la parte mágica,  aquella de saborear los momentos bajo las estrellas, de soñar y observar un mundo paralelo o escuchar el pum pum de tu corazón al ritmo de una canción. Ahora parece difícil traerlo de vuelta.

A veces preferiría no ser tan yo y ser más como antes.