No es lo mismo 40 que casi 42, de pronto sentí la edad, mi cuerpo ya no responde igual, esas copas bohemiando un viernes por la noche ya no me saben igual, me siento diferente, me veo diferente. En el último mes he dormido mucho, me he ejercitado poco y he reflexionado, a veces de más.
Confirme que las traiciones duelen pero que prefiero abrir los ojos y saber quienes están realmente conmigo y lejos de hacerme daño, eso me libera. Al final, no soy yo quien pierde.
Definitivamente me siento cambiada, algunas cosas para mal, otras para bien y me di cuenta que al final, la única persona confiable 100% es sólo uno mismo.