sábado, 29 de marzo de 2014

Sobresalto


Inhalo. Exhalo.
Cierro los ojos y sólo veo luz, una luz llena de colores. Vuelvo a inhalar y a exhalar.
Luego llega la paz.
La Paz y un suspiro,
Un suspiro y mi mente en blanco.
Mi mente en blanco y el cuerpo relajado.
Mi cuerpo totalmente relajado y el sobresalto.

¿Me pasa sólo a mi o es común?
Muchas veces lo he sentido, mi cuerpo y mente relajados y de pronto un mal paso, un movimiento en falso o la sensación de una mano jalando del talón interrumpiendo el sueño, me siento a punto de caer y me aferro a la almohada, a la sábana, a lo que tenga al alcance de mis manos, de  mis uñas, despierto pero estoy a salvo, no hay precipicio ni escalón sólo terreno firme.


¿De dónde viene? ¿Es un miedo? ¿Un recuerdo? ¿Ansiedad? ¿Mis músculos relajados? ¿mi alma saliendo del cuerpo?
Mi parte racional me dice que sólo fue mi cuerpo totalmente entregado a Morfeo, mi parte humana habla de memorias reprimidas o temores. No me interesan las explicaciones científicas, a veces sólo quiero fantasear con que puedo ir más allá de donde en realidad estoy y entonces mi ser místico se pregunta a donde va mi alma mientras duermo, que lugares busca, que personas frecuenta, la imagino intentado viajar más lejos, estirando sus hilos con fuerza mientras estos siguen fijos al cuerpo, pero aún para el alma hay límites y es cuando viene el sobresalto y entonces despierto y se acaba el sueño.

martes, 18 de marzo de 2014

Hasta el Fondo de las Converse


Habitación, 18 de Marzo
Sol afuera, frío adentro.


Querida Madison:

Es increíble como el personaje de un libro puede llegarte tanto al corazón aunque no comparta contigo absolutamente nada. En una semana he sentido tal apego hacia tus páginas que ahora me cuesta cerrarlas y guardarlas en el cajón para dar paso a otra historia, creo que así pasa con muchas cosas en la vida, cerramos y abrimos capítulos a veces sin notarlo, pero sólo aquellos que nos llegan al alma o nos dejan lecciones importantes son los que se quedan grabados en nuestra mente.

He tenido unos días difíciles, pongo música sin escucharla, veo panorámicos en la calle sin entender lo que anuncian, sueño preguntas, desayuno preguntas, trabajo preguntas, duermo preguntas. X. lo ha notado, me ha animado a su manera, pero luego siento que olvida que traigo los ánimos hasta el fondo de las converse, y debo confesar que los uso poco.

Quisiera tener a mi alcance algo de Nutella así como tu deseabas tener ese paquete de Z'animos que sólo recibiste por Navidad, lo mío es más sencillo, sería sólo cuestión de levantarme de la cama e ir a comprar pero me ha costado estar donde hay más gente y se que ir de compras implica encontrarme cada dos pasillos a alguna persona conocida y eso se siente un poco como las minas personales que R. te decía que tenía en su jardín para evitar que escapases...tendría entonces que recorrer kilómetros para llegar a algún sitio lejos de casa en donde fuera una completa desconocida y sólo con el fin de tener mi antojo (o necesidad) en casa. Así que por lo pronto Nutella: NIET!

A tu edad soñaba también con príncipes y caballos azules eléctricos, y me asustaba pensar que existieran los dragones que encierran princesas, con los años comprenderás que los príncipes pueden ser personas reales y que los dragones existen pero a veces transformados en situaciones que te llevan al encierro, tal vez no físico, pero querida Madi...hay muchas formas de encierro y a veces aquellas cosas que parecían fuertes resultan tan frágiles que crees que es mejor tenerlas dentro de una caja así como R. te tenía dentro de una habitación y lo que pasa es que ni el ni nadie contamos con que algunas cosas también crecen y son capaces de liberarse.

Terminar (del lat. terminare)
Poner término a algo, acabar, cesar...

Termine el libro, y tengo que terminar mi carta porque así como a tu cuaderno le quedaban pocas horas de vida a mi no me quedan muchas cosas por contarte, sólo decirte que al final de todo sigo con los ánimos hasta donde tu ya sabes.

Nunca Olvides que te quiero



sábado, 8 de marzo de 2014

Vamos a jugar

Vamos a jugar a que no existen las reglas ni las edades. Juguemos a bailar bajo la luz del sol sin miedo al que dirán, sin pensar que nos llamarán locos.

Vamos a jugar a que no existe nadie más alrededor, a viajar a París con escala en la luna. Juguemos a que no existe el tiempo sólo el momento y soñemos...soñemos tanto que esos sueños sean de pronto realidad! y entonces sabes que haría yo? Cantaría bajo la lluvia, me tatuaría esa mariposa azul y teñiría mi cabello color púrpura, no, mejor azul...que más da de que color, simplemente haría las locuras que de niña soñé hacer cuando fuera adulto.

Vamos a jugar a ser temerarios, no existe el miedo sólo las ganas, no existe el blanco y negro sólo colores mezclados formando un mundo en el que siempre soñé vivir. Si lloramos que sea de reírnos tanto, si reímos será de lo libres que somos, corriendo siempre contra el viento con los brazos abiertos.

Vamos a jugar a que somos reyes del mundo, pon la música en volumen alto y sólo déjate llevar, sin frenos, sin miedo y no pares de bailar, la vida es sólo un viaje y el boleto de regreso dependerá de que tan alto volaste.