jueves, 20 de abril de 2017

Des-pa-cito...

 


Y ahí está, en mi cabeza, sin poder salir, clavándome punzadas en el cerebro con las misma frase, la misma voz, el mismo tono, y aún así asombrada, de que me siga gustando, vaya manera de ser masoquista,  de llevarme  "Pasito a pasito, suave suavecito....." y sigo subiendo al volumen cuando empieza a sonar y me sigue pareciendo maravilloso que siga saliendo una y otra versión de la misma canción, es más, no soy del todo consciente si mientras se repite de manera ininterrumpida en mi mente sonrío moviendo la cadera, el hombro, los pies o si cambio mi caminar de forma cadenciosa.
Incluso empiezo hasta sentirme culpable de tener una lista en Spotify con todas las versiones y empieza a asustarme la idea de que exista en versión banda porque correría el riesgo de agregarla también.
¿Cuál es la fórmula que hace que uno la cante, la baile, la tarareé el día entero y la siga escuchando hasta lo más hondo del inconsciente? Y lo más irónico de todo es que entre más pegada la traigo en el cerebro, lo que más me preocupa es que un día sin más,, así "despacito", pase del amor al odio de tanto escucharla.





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